Los Martín Fierro : Una cosa es cantar, y otra decir

Por Ruben Demirjian

Para que Jorge Lanata entienda que los «notables «en elegirlo, poco y nada saben del significado del premio  Martín Fierro .

En el Martín Fierro.se utiliza el término “cantar” y no “decir”.Por lo tanto el premio a Jorge Lanata no tiene validez .

 

 Una cosa es cantar, y otra decir.

 

Decir es manejar la frase de tal forma que lo que diga quede en la agenda a discutir Queda afuera de uno mismo para que otros la escuchen.

Si digo»queremos preguntar»estoy informando algo. No es lo mismo cantar, sino que es menos. Porque cuando sólo digo»queremos preguntar» , ¿expreso acaso todas las inquietudes que tenga yo o las que quiera yo preguntar sin que esa pregunta sea fuente de algo veraz ?. Pregunto solo a una parte? La pregunta que sirve es la mía?. La respuesta es la pregunta? Es mas importante hacer la pregunta ?..Lo que digo es lo que importa?

Entonces, cuando digo algo lo expreso como una verdad absoluta y atrás queda todo lo demás.

 

Y TODO LO DEMÁS.

Se expresará con el mismo canto? Detrás de lo que digo puede haber algo así como  un ejercicio de memoria que no conviene tenerla como respuesta ?O una sonrisa que no muestre ante «ese digo de querer preguntar» y no lo muestro pero existe,

Pues existe UN CANTO TAN LEJANO A LO QUE DICE LANATA
Y esto último sólo lo expresa el canto. Es lo que pasa con el Martín Fierro. Por eso utiliza el término “cantar” y no “decir”.Y es por esto que los premios a Lanata quedan sin validez para ser Martín Fierro.

Ante todo, el canto está utilizado en el poema en oposición al mero decir.

 

Vengan santos milagrosos,
vengan todos en mi ayuda
que la lengua se me añuda
y se me turba la vista;
pido a mi Dios que me asista
en una ocasión tan ruda.

                  

 

EL CANTO ES DEL PUEBLO QUE CANTA CUANDO LA PALABRA ES CANTO Y CANTO ES PALABRA…

ALGO QUE  POR COHERENCIA CONSECUENCIA NO PUEDE ESTAR EN EL CONTEXTO DEL «DIGO» DE LANATA

  

Formaron un contingenteCon los que del baile arriaron. Con otros nos mesturaron

que habían agarrao también.
¡Las cosas que aquí se ven!
Ni los diablos las pensaron.

A mí el juez me tomó entre ojos
en la última votación.
Me le había hecho el remolón
y no me arrimé ese día
y él dijo que yo servía
a los de la esposición.

Y ansí sufrí ese castigo
tal vez por culpas ajenas:
que sean malas o sean güenas
las listas, siempre me escondo.
Yo soy un gaucho redondo
y esas cosas no me enllenan.
Al mandarnos nos hicieron
más promesas que a un altar.
El Juez nos jue a proclamar
y nos dijo muchas veces:
«Muchachos, a los seis meses
los van a ir a revelar.»

Yo llevé un moro de número.
¡Sobresaliente el matucho!
Con él gané en Ayacucho
más plata que agua bendita…
¡Siempre el gaucho necesita
un pingo, pa’ fiarle un pucho!

Y LOS PUEBLOS TIENEN EL MEJOR CANTO

 

 

 

EL CANTO ES ESTE:

Por Ruben Demirjian